En la oscuridad de la noche, y el sótano siempre estaba totalmente a oscuras, hubo un grito de mujer. La milicia estaba llevando a alguien al calabozo. Buscan escritos secretos, armas. Los hombres no dormían. El ejército se había ido. Las milicias luchan en el suelo, los niños juegan en el sótano.
La niña fue a la escuela sin zapatos. Ya era bastante difícil conseguir agua. Una mujer mayor le dio una caja a su madre.
- Mi nieta murió con un misil.
Ella creció leyendo con la luz que pudo, caminando entre los restos. Su padre la enseñó a disparar.
A los catorce años, mientras caminaba por los cementerios, descubrió la cripta de un santo antiguo. Cerca de un jardín ahora desierto. La luz entraba a través de claraboyas de colores. Decidió quedarse allí.
Su madre trajo comida. Ella estaba acostada. Su madre se acostó.
Poco a poco la guerra ha terminado. Alguien ha ganado. La orden. El bosque estaba creciendo. Ella creció.
El se enteró de la cripta.
La niña que tenía los zapatos de su hermana.
Rodilla en la arena, la miró a través del cristal tintado.
Tocó su flauta cerca.
Tocó con tres lunas.
Caminaron por los jardines. Ella le enseñó a leer.
Ella lo besó.
Afonaso Jr. Ferreira de Lima
Nenhum comentário:
Postar um comentário