Parménides dijo que "ser es" y "no ser no es": fue el creador del racismo político. Mi abuela, que no fue ser suficiente, huyó de Alemania por esso. Sus dos hijos mayores, siguiendo la inflexible ley de causalidad, eran comunistas en Israel. Mi padre, el más joven, era por lo tanto apolítico.
Solo por curiosidad fue ver a los sindicatos manifestarse en la huelga general. Las milicias lo golpearon y pasó doce horas con las manos en la pared con otros elegidos.
A cada uno se le pregunta sobre su equipo y, al escuchar la respuesta, es dicho que, ali, todos son del equipo opuesto. El objetivo era extraer sangre.
Ese mocoso ruidoso tenía todo para ser un líder mimado y quedar atrapado en la burbuja de la propiedad. Quizás mi abuela arruinó todo con sus informes de los oficiales parmenidianos.
Yo, no ser por vocación, me volví un tanto anarquista.
Afonso Lima
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